Las escalinatas dan color y vida a Tulcán

Graderíos de la Kennedy. Foto: Cortesía

Tulcán. Los trabajos iniciaron en mayo con limpieza y arreglo de gradas; se retiraron ramajes, maleza, cemento deteriorado, se cumplió con el picado, masillado y se cambió por un material de mayor resistencia. Así, los tulcaneños de los barrios aledaños se sintieron identificados con su entorno generando expectativa general.

Trabajos. Así, la escalinata que conecta con la Cdla. Nuevo Tulcán (sur-oriente) luce regenerada. Se readecuaron muros, pasamanos, puente y gradas. “El herrumbre de las barandas y los filos partidos de las gradas pasaron a la historia”, dijo Orlando Arteaga, vecino colindante de la escalinata al tiempo que solicitó cuidar los espacios públicos y no circular con carretas que destrozan el cemento.

Carlos Rosero, morador de la Nuevo Tulcán por más de 20 años, explicó que nunca observó la adecuación de estos lugares. “Esta es una obra extraordinaria”, sentenció. Otras escalinatas convertidas en atractivo son las de la Juan Ramón Arellano y Jerónimo Carrión. Allí, en una sola orden de trabajo se intervinieron dos estructuras con muros y barandales que enlazan a diferentes barrios.

Similar trabajo se ejecutó en el graderío de la calle Olmedo entre Ecuador y Juan Ramón Arellano; de hecho, por su estratégica ubicación se divisa desde varios sectores de la urbe. Pues el opaco blanco y negro cambió por colores vivos que mejoran el ornato. Tanía Cuastumal, quien transita diariamente por estas gradas, comentó que hoy la circulación peatonal es garantizada. “Antes, los libadores generaban incertidumbre”, explicó.  

Seguridad. Las escalinatas de la Panamá, Alfredo Pérez Guerreo, Manuel J. Calle (sector Registro Civil), Benito Pérez y Av. Argentina también mejoraron su imagen. En efecto, el Municipio trabaja en la recuperación de los graderíos del barrio Tajamar, calle Gran Colombia, 10 de Agosto y en la 13 de Junio (centro).

Bryan Morales, morador del Tajamar, agradeció la reconstrucción. “Antes los vecinos, por el mal estado de las gradas, se caían y se lastimaban. Hoy incluso otras personas se pasean por las nuevas escalinatas”, concluyó. “Estas iniciativas nos entregan progreso y seguridad para nuestros niños que cruzan las gradas para ir a la escuela y volver a casa”, explicó Shirley Tacuás, mientras recorría la escalinata de la 10 de Agosto.

Inversión. El Municipio destinó USD 43 628,55 para su ejecución. Además, se invertirá un referencial de USD 50 000 para la iluminación. En sí, con recursos 100% municipales se destina USD  93 628,55.

“Consideramos que la recuperación de nuestras escalinatas es un servicio que también debe estar en óptimas condiciones. Por ello, pese a la crisis, seguimos con obras y no detenemos los trabajos planificados”, sentenció Robles.