martes, 28 de junio de 2016

En San Antonio se celebraron 49 años de fiestas patronales

En San Antonio se celebraron 49 años de fiestas patronales.
MIRA. La comunidad San Antonio de Mira se vistió de colorido al celebrar las festividades en honor a su patrono San Antonio de Padua, el pasado 24 y 25 de junio; con agenda llena de eventos sociales, culturales, religiosos y deportivos fue lo que disfrutó la ciudadanía del norte del país, fieles devotos, propios y visitantes. 

Comunidad. San Antonio, es una de las 64 comunidades que tiene el cantón Mira, allí existen alrededor de 70 familias quienes se dedican a las actividades agrícolas, florícolas y ganadería. Gracias a su clima, los agricultores producen maiz, frejol, alverja, quinua, tomate de árbol, aguacate, chirimoya, cítricos, plátano, durazno y hortalizas.  

Historia. “Fue don Horacio Herrera quien tenía la imagen de San Antonio plasmada en un cuadro de madera, junto con su familia solían organizar las festividades año tras año en su hacienda “San Antonio”, acentuada en el caserío hasta ese entonces conocido como Caseteja que significa (Casa de Teja)” manifestó Arturo Narváez, morador de la comunidad.

Pedido. En junio de 1967, fueron los moradores de la comunidad quienes se organizaron y le solicitaron a  Horacio Herrera se les done el santo, el pedido tuvo una respuesta favorable y una vez que el Primer Comité iniciara las festividades desde hace 49 años.
Como parte de las festividades en honor a la imagen, los priostes con la cooperación de sus moradores, organizaron: vísperas, juegos tradicionales, misa, encuentros deportivos, quema de chamiza y castillo al son de la Banda Mocha del caserío; que desde aquel año dejaría de llamarse el pueblo Caseteja y se le conocería con el nombre de San Antonio. 

Donación. Pasaron 20 años rindiéndole homenaje a la imagen en cuadro, misma que aún reposa en la capilla del sector cuando Luis Antonio Sánchez, ibarreño y quien formó su familia con Angelita Arciniega, oriunda de San Antonio donó la imagen en bulto a la comunidad hace aproximadamente 29 años.

Devoción y milagro. Emma de Villota, tulcaneña, quien forma parte de la comunidad desde hace varios años, dijo: “que gusto formar parte de este pueblito, su gente es amable, noble y muy hospitalaria. Recuerdo que junto a mi esposo Bolívar Villota se nos suscitó un accidente de tránsito fatal, nuestro vehículo quedó destrozado pero gracias a Dios y a la intercesión de nuestro Antoñito, no sufrimos ninguna herida”, dijo la moradora.

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